El límite de sobreviraje ocurre cuando las ruedas traseras alcanzan su límite de adherencia lateral durante un viraje, pero las ruedas delanteras no lo hacen, causando así que la parte trasera del vehículo se desplace hacia el exterior de la curva.

El subviraje es un fenómeno que se produce durante la conducción de un vehículo que provoca que el giro real del mismo sea menor al que teóricamente debería inducir la posición de las ruedas delanteras. De este modo la parte delantera del vehículo tiende a salirse hacia el exterior de la curva.

El sobreviraje se produce en situaciones en las que aplicamos un exceso de potencia sobre el tren posterior, por desplazamientos de la carga, un firme deslizante, fuertes cambios en la dirección o al frenar bruscamente con el vehiculo en apoyo. Para controlar el sobreviraje debes pisar el embrague y girar rápidamente el volante en el sentido de la derrapada (contravolante), consiguiendo que las ruedas se orienten hacia el mismo lado en el que derrapa el vehículo y eliminando las fuerzas del freno motor.
Una vez corrijamos este desvío de trayectoria del tren posterior o sobreviraje, debemos deshacer la maniobra, es decir, soltar el embrague y pisar de nuevo el acelerador de forma suave y controlada para que el coche se mantenga estable. Si lo hacemos bruscamente de nuevo podemos provocar un trompo. Dosificando la aceleración es la técnica que los profesionales del drifting emplean para prolongar las derrapadas.
Cómo corregir el subviraje
El subviraje es la técnica opuesta al sobreviraje. Como indicaba anteriormente, estas situaciones se producen comúnmente en los coches de tracción delantera, aunque los de propulsión trasera o total no están exentos de este problema. Comúnmente es un problema de exceso de velocidad en la entrada a una curva, pero también puede darse esta situación por una dirección blanda e imprecisa, así como un pavimento deslizante.
Si se produce el subviraje, debemos actual con precaución y mucho tacto. La mejor forma de corregirlo es levantando el pedal del acelerador y controlando la dirección, tratándola con suavidad y deshaciendo el giro. No pises el freno bruscamente, ya que bloquearás el tren delantero y aumentarás los efectos del subviraje. Debemos actuar suavemente sobre el freno, aunque dispongamos de sistema antibloqueo ABS.
Si nuestro automóvil no cuenta con este sistema, debemos soltar el acelerar e ir aplicando pequeños toques de freno, ambas acciones pueden convertirse en un sustituto del ABS a base de habilidad al volante. El vehículo, por inercia, debe volver a conseguir mayor adherencia trasladando la carga al eje delantero, lo que permitirá que tengamos el control del automovil de nuevo